domingo, 2 de marzo de 2014

Tu eres rubia y yo no soy perfecto ( 2 )

Continuación...)
Mail a J: Oye, quién se quedó con los tres presupuestos finalistas? Los necesitamos para la reunión de vecinos de mañana. Cual elegimos? Irás a la reunión? Por cierto, ya estoy empaquetando mis pertenencias. Mándame, cuando te venga bien, el timetable del chófer que me recogerá para llevarme a tu casa.


Respuesta de J: Buenas noches, los tres presupuestos se los quedó Luis, de la comisión, para llevarlos a la reunión. Mañana hablaré con él para ver a cual le damos el voto de confianza. Hoy me han llamado dos de las empresas para meter un poco de presión, pero ni caso. En el punto que estamos, casi cualquiera nos vale, con sus pros y contras.
Para la reunión, no me voy a poder acercar. Ya lo comenté con Luis y os voy a dejar gestionarla, que seguro será de lo más entretenida. Ya te dije que por las reuniones de las semanas pasadas no pude arropar a mis niños al llegar tan tarde a casa.
Respecto de tu empaquetado y mudanza, lo más seguro es que te eches atrás y no seas capaz de cumplir tus "amenazas". Te pasaría previamente planos de mi casa para que elijas estancia. No me has preguntado sobre el fin de semana con la carrera de caballos en Badajoz. Lástima. Saludos.


Yo: Ah, pero que también montas a caballo? Cuenta, cuenta! Por cierto, no pregunté porque no quería que me tachases de inmiscuirme en tu vida personal. Pero ya que te apetece contar. Expláyate. Ansiosa estoy por recibir los planos. Espero saber interpretarlos correctamente.


Al día siguiente recibí de J: Buenos días, ya he hablado con Luis y le he comentado las novedades de las empresas constructoras. Le he reenviado los correos recibidos.
Lo de los caballos es largo de contar. Yo hace tiempo que no monto, bueno lo hago sólo a nivel paseo. Ayudo a unos amigos que hacen una especialidad que es de resistencia a caballo, tipo maratón.
No se si prefieres orientación norte ó sur. Ó vistas al jardín ó a la piscina. Saludos.

Como comisión de obra acudimos a la reunión de vecinos cargados de papeles. Luis, que tenía los importantes, llegó algo tarde, lo que me supuso un nerviosismo extra que no tenía previsto. Alejandro, el otro miembro de la comisión y vecino, no hacía más que mirar el móvil suspirando con cada paso de los segundos. O aparecía pronto ó nos comerían vivos.
Por suerte para él y nuestro ritmo cardiaco, lo hizo. Fue una reunión difícil. Nada raro si de un vecindario se trata, pues como en todas las comunidades que se precie, su composición en cuanto a miembros es de lo más variopinta, destacando el vecino no-a-todo por llevar la contraria, la vecina que habla de todo menos de los puntos marcados en el orden del día, el jubilado que siempre hace las mismas gracias, la soltera con cara de pocos amigos cuya respuesta es siempre un “y por qué?”, la parejita de recién casados que escuchan atentos mientras entrelazan sus manos, y el peor, el peor, el vecino parco en palabras que parece de acuerdo con todo y al final dice que no está de acuerdo con nada. Santa paciencia.

Tras varias horas y la pérdida casi de mi voz, llegamos a un acuerdo. Nadie quería votar, por no cargar con la culpa de un posible desacierto. Así siempre queda la opción de criticar al vecino cuyo voto fue decisorio y pelarle en la escalera.

Mail de J: Buenos días, siguiendo instrucciones de la propiedad, ya he comunicado a las empresas que no han sido adjudicatarias de las obras que yo estaba a favor de todas ellas, pero que la presidenta tenías sus preferencias... (Y lo deja ahí, con esos puntos suspensivos graciosos que abren esa posibilidad no dicha de cruzar una frontera invisible que sospecho, será peligrosa).

Suena mi teléfono y después de la llamada, tecleo mi respuesta a J: Pero tú no habías llamado a los descartados para decirles que no? Me acaba de llamar una de las empresas preguntando qué habíamos decidido. Le he dicho que te llame y lo hable contigo, que yo no sabía nada. Imagino que en este momento te estará llamando. Vaya manera de hacer el trabajo. Así, mal vamos. Venga, invéntate una excusa, pero que sea buena.

La respuesta de J no se hace esperar: Ahora me toca a mí, y me viene que ni pintado.
Respecto a la llamada que has recibido de esa empresa, lo tengo claro, tenía ganas de hablar contigo y no sabía como. La obra yo creo que al final ni le interesaba. La cosa es que esta mañana, como no tenía el móvil de él, ya que toda la documentación ha quedado en manos de la comisión de obras, cosa de lo que me alegro, he buscado el teléfono y tenía un fijo. He dado el recado en la oficina. Te lo pueden confirmar. Luego él me ha llamado a mí y se lo he aclarado nuevamente, que si la presidenta tal y que si cual. Si después te ha llamado a ti, sólo me cabe lo que te he puesto al principio. Sobre la manera de hacer el trabajo, resulta que me llaman de la empresa elegida, oh sorpresa!, y yo imaginando que iban a agradecerme el haber conseguido la obra, cuando lo que me preguntan es sobre la decisión final tomada de a quien se le ha dado la obra. Yo sigo en mi sorpresa, y pregunto, en mayúsculas,¿ PERO NO TE HA LLAMADO LA PRESIDENTA PARA INDICARTE QUE OS ADJUDICAN LA OBRA Y QUE PREPAREIS EL CONTRATO PERSONALIZADO PARA ESTUDIARLO?.- Entonces yo me pregunto: - ¿quién no ha hecho el trabajo encomendado?, y lo dejo ahí, en el aire. Me ha llamado como a las 11 de la mañana, ahora bien, si era demasiado temprano, acepta mis más sinceras disculpas. No se si este correo será contestado. Valdría comenzar con un: Vale, lo reconozco, ayer salí de copas con los novios de por la tarde y no sabía muy bien lo que decía, o algún otro pretexto. Espero que mereciera la pena. Saludos, J.


Y seguimos con el juego de palabras. Le envío mi respuesta: Perdona bonito pero así, repito, mal vamos. No tengo ni idea, o mejor, no recuerdo en absoluto quien era el representante de la empresa mencionada, así que fíjate el interés. Y tampoco creo que quisiera en concreto hablar conmigo pues en cuanto le he dicho que el tema ya le llevaba J, rápidamente me ha dicho que no me preocupase, que tenía tu teléfono y que te llamaba. A ver quién tiene más confianza con quién? Eh? Respecto a lo de llamar a la empresa seleccionada, se ve que no puedes guardar un secreto. Se trataba que YO, la Presidenta, diese la noticia. Y aunque se hayan adelantado a llamarte, tenías que haber dicho que el tema lo llevaba yo, pero claro, te hacía ilusión que te doraran la píldora. Lo estoy viendo. Pues nada, si quieres protagonismo, por mi parte no hay problema. No tardo ni un minuto en pasar tu teléfono a todas las vecinas, que veo que lo estas deseando. Serás el "Imprescindible en los Sueños de la Escalera". Te vas a enterar. Con las rubias no se juega. Mejor, voy a poner el típico papel con cuatro celos en la puerta de entrada, por si una vez dado, lo perdiesen.
Y tampoco se trataba de llamar al amanecer, por muy buena que fuese la noticia. Digo yo. Algo más?

Mail de J: Bueno, paces ó tablas, como en el ajedrez, que ahora tendrás unos días de vacaciones y quiero que te vayas con la tensión baja. Te vas a alguna parte? Yo, para cualquier otro intercambio de pareceres, estaré por Madrid. Estaba pensando en hacerme una tourné por todas las obras de la empresa ganadora e ir preguntando a los vecinos cómo les ha ido. Os paso un comparativo de puntuaciones y lo comentamos un martes ó miércoles cualquiera de 20 a 22 horas, aunque ya no tenga remedio. Saludos.

Y así mantuvimos en los siguientes días, decenas de mail puntualizando detalles del contrato, tiempos estimados de obra, nueva documentación requerida, y todo ello sin fecha para empezar y los plazos y técnicos del ayuntamiento, pisándonos los talones.

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