martes, 15 de abril de 2014

Colores y Velas ( 2 )

J: Bueno, elegido ya el color del alero, ya está casi todo decidido en la obra. La de la otra calle es igual, menos los decorados de molduras clásicas que adornan las zonas nobles de la fachada y que la distinguen, en su singularidad, del entorno, con edificaciones más toscas y pobres en decoración y composición. Gracias a la acertada elección de materiales y al juego cromático de los colores elegidos en los elementos singulares, dentro de las múltiples combinaciones posibles, el resultado final será armonioso y lleno de equilibrio. Esto es lo que querías leer de cómo va a quedar la fachada para quedarte tranquila con la elección que has/hemos hecho?
Voy un poco apurado y hoy no me puedo extender mucho. A Barcelona voy de ayuda de cámara. Como en la Corte. Para lo que haga falta. Desde sujetar al caballo, ayudar con la montura, correr para llevar comida o echar agua. El primer día corre la yegua cien kilómetros. Al día siguiente otros cien. Si no la descalifican antes. Imagínate el palizón que nos espera. Levantarse a las 6.00 los dos días, correr para ensillar, hacer las paradas de rigor y luego 750 kms de vuelta. Lo cierto es que la yegua también se lleva una buena ración de ejercicio. Pero está preparada para ello. Se la entrena para que no sufra y tenga un buen nivel. Son caballos de competición. No te lo tomes al pie de la letra, que te veo venir. Hacemos paradas técnicas. Es como si tú todos los días te hicieras los cuarenta y cinco minutos andando para ir a trabajar, sin pararte en ningún escaparate ni entrar a ninguna tienda ni nada. Y el fin de semana te vas a la sierra a hacerte otra marcha de cuarenta minutos. Pues lo aguantas sin problema. Eso si, echarías de menos los escaparates.
Yo en casa de mis padres no doy guerra para nada. Salgo a las ocho y suelo volver, como a las diez de la noche. Los días de viaje, más tarde, por lo que les he puesto una foto en la nevera para que no se olviden de mi cara. No doy más trabajo del meramente imprescindible. No soy caprichoso y me vale casi todo. No es que parezca bueno, es que lo soy. No discuto y no me gusta discutir. Chao

Yo: Correcto. Esto es lo que quería leer respecto a mi elección, pero me hubiera gustado que lo dijeras de corazón y no en plan de mofa. El jefe de obra dice que es apropiado. Asumiré las consecuencias, si las hubiera, diciéndole a Luis que me llamaste en secreto para decirme que no te convencía en absoluto el tono que eligió él, pero que no querías contradecirle. Por la carrera profesional que os une. Y que lo cambiara yo, ya que como presidenta no se me llevaría la contraria. Fue algo así como ocurrió, no?
Oye, tú siempre vas a la carrera. Ahora no me creo si va a correr la yegua o tú.
Espero que la pobre yegua no sufra en tan dura batalla. De todas formas estaré pendiente de los informativos para ver si hay que denunciaros ó tenemos que desnudarnos en alguna manifestación. Que cien kilómetros, son muchos kilómetros.
Y no, no me paro en ningún escaparate. Me alegro que seas tan sigiloso que a veces tus padres tengan que preguntarse si tenían un hijo llamado J. Y no preguntan por la futura nuera? o yerna? ó como se diga. No estoy muy al día de estos parentescos familiares.
Voy a hacer la compra. No tengo la suerte de otros que lo tienen todo hecho al volver a casa.


J: El jefe de la obra es muy listo, y según tenga que bailar el agua a uno u otro se pone de la parte que le interesa. A ti te da la razón con el color como nos la dio a nosotros cuando elegimos el viernes. Es parte de su trabajo. Al menos yo lo entiendo así.
Al final el desnudo protesta, ni salió en ningún lado, ni se hizo, ni nada de nada. Cuanta boca hay, y qué grandes. Ahora, si todo pasa por quitarse la ropa, pues que así sea. Ya imagino a tus vecinas que tanto idolatras y sin las que te costaría vivir, con la foto del periódico y la presidenta en porretas en primera página.
Mis padres y amigos ya me dan por perdido, en cuanto a nueras o yernas, cuñadas y demás se refiere. De hecho, ahora me pasa que en determinados casos, paso a se motivo de envidia, por lo divorcios y separaciones, a veces no tan pacíficas, de alguno de ellos. Yo creo que cada situación tiene sus momentos.
Has probado a hacer la compra por internet para no tener que ir al mercado? o eres de las que tiene que tocar el tomate con sus manos para que no le echen los pochos?. Se admite contestación.

Yo: Ya de vuelta de la compra. Realmente debería probar lo de hacer la compra por internet. Además puesto que compro casi todo empaquetado (cereales, leche de soja, yogures, galletas de fibra, chuches variadas, comida de perro light, huesos de perro, salchichas para Flecha, ....) no tendría el problema del tomate pocho. Estudiaré el tema.
Veo que estás puesto en ello. Por qué? Si a ti te hacen la compra!!! O es de una vida anterior?
Volviendo al tema del jefe de obra, ya he entendido cual es su papel. Llevarse bien siempre con todos. Hay otras personas, sin embargo, más pejigueras en asuntos de acuerdos, y siempre sacan punta al lápiz o echan comentarios en cara. No quiero señalar.
Una cosa es que tú no vieses el desnudo protesta tan comentado, y otra cosa muy distinta es si lo hubo. O es que estás al tanto de cada detalle que ocurre en el mundo? Si yo digo que ocurrió, no se me discute. Pues no decías que tú no discutías? Si no te llegó esa foto, no te preocupes, la próxima vez, te empapelo la fachada de tu edificio y punto. Yo si salgo guapa, no pongo pegas a la pegada de carteles.
Pobres padres tuyos que no tendrán a un mini J por nieto. Pero ciertamente con la que está cayendo, mejor folla-migas que esposas. El otro día me comentaron que una pareja a la que organicé su boda hace cinco meses, ya está con los trámites de divorcio. Yo creo que el problema es la falta de paciencia. Y que según nos vamos haciendo mayores tenemos más manías y nos cuesta compartir nuestros espacios. Ya veras cuando te instales en tu reformada casa y vaya una amiguita a pasar la noche. Y por la mañana deje el bote del champú abierto, o la taza del café en la mesa del salón, o todo el lavabo lleno de restos de maquillaje. La primera vez contarás hasta cinco y sonreirás. La segunda vez contarás hasta veinte y sonreirás. La tercera la contarás las cuarentas y que no vuelva a pisar tu casa. Ni polvo ni hostias. Pero bueno, si tu media naranja tiene que aparecer, aparecerá. Hay que pensar en positivo y no ser cenizo. Y estar siempre abierto a nuevas experiencias. Tú por si acaso, vete predispuesto en tu excursión a Barcelona. Puede que encuentres una yegua ayuda de cámara, no de cuatro patas precisamente, digna de mención. Ya me contarás.
Y mañana más. De eso estoy segura.


Y entonces llega su día de cumpleaños, y a las exactamente 00:00 mando un sms a su teléfono móvil: “Felices 46. Ya es tu día. Te llamaría pero es tarde y no se si te dejan tus padres. Espero tengas un buen día de cumple. Te invitarás a tarta, no? Bs. Que cumplas muchos +”.

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